Ecuador es tierra de volcanes, muchos de ellos aún se encuentran activos, y son un desafío para escaladores de todo el mundo. Latacunga no es una ciudad muy turística, pero es un punto práctico en la Panamericana para organizar excursiones (que no requieren experiencia en escalada) a los volcanes Quilotoa y Cotopaxi. Se puede ir caminando desde la terminal terrestre hasta el centro, demarcado por el Parque Vicente Calerón. Frente al parque, el hotel Cotopaxi es un lugar sencillo y práctico para hospedarse y dejar las mochilas durante las excursiones.
Volcán Quilotoa
Este volcán inactivo ofrece la oportunidad única de adentrarse en su cráter y llegar a una sorprendente laguna sulfurosa formada en su interior. Para llegar directamente hasta el borde del cráter se puede tomar un bus de Cooperativa Vivero (Tel. 03-2723-251) en la Terminal Terrestre de Latacunga, solo hay dos frecuencias diarias (a las 10 hs y 13 hs). Sino hay que tomar un bus que pare en Zumbahua y subir al cráter en alguna de las camionetas que se ofrecen para tal fin.
En la parte superior del volcán se paga un ingreso a la comunidad local que se ocupa del mantenimiento de los senderos. El descenso a la Laguna Quilotoa no es muy exigido, pero el regreso se vuelve más tedioso ya que el camino es mayormente de arena volcánica. No faltan tentadoras ofertas de alquiler de caballos para realizar el trayecto. Conviene ir a la mañana y no dejarse estar mucho tiempo en el interior del cráter, ya que el último bus directo regresa entre las 15 hs y las 16 hs.
P.N. Cotopaxi
Los buses que van a Quito por la Panamericana pasan por la entrada del Parque Nacional Cotopaxi, en el cuál se encuentra el volcán homónimo (se puede discutir el precio hasta menos de un dólar). En la entrada del parque se ofrecen camionetas que hacen un recorrido por el parque hasta la base del volcán (conviene ponerse de acuerdo de a varios para reducir el precio). Se puede acordar que te esperen y guarden las mochilas mientras si se quiere realizar el ascenso. Lo recomendable para no profesionales es seguir el sendero hasta el primer refugio, que es hasta donde suele llegar la nieve. En el lugar se puede tomar una sopa caliente, pero no venden comida, por lo que conviene llevar. De regreso en la Panamericana se puede parar a alguno de los buses que van o vienen de Quito, para continuar el recorrido.
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